El gas natural vehicular (GNV) es un combustible fósil limpio y eficiente, que se puede utilizar como alternativa a la gasolina y produce menos emisiones contaminantes que los combustibles tradicionales.

A pesar de que el uso del GNV ha tenido un aumento significativo en los últimos años, su implementación en vehículos ya tiene historia. En la década de los 40, la Unión Soviética, Italia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá y Argentina fueron los países pioneros en el uso del GNV como carburante de automotores.

Sin embargo, no fue hasta la década de 1980 que este combustible empezó a ganar más popularidad, debido a la creciente preocupación por la contaminación ambiental y el cuidado del planeta.

Actualmente, son 12 los países de América que usan el gas natural como combustible vehicular. Estos son Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Estados Unidos, Venezuela, Canadá, Chile, República Dominicana, Trinidad y Tobago y México, enlistados de mayor a menor en cuanto número de vehículos que utilizan GNV. Entre los 12 países acumulan 5,5 millones de vehículos que representan el 25% de los más de 20 millones que ya conducen con GNV en todo el planeta.

Al ser un combustible más limpio y eficiente, el GNV tiene una serie de ventajas que superan al combustible convencional en términos de sustentabilidad, ligereza y economía.

En los últimos años, el GNV se utiliza a nivel mundial como combustible para vehículos ligeros, pesados y autobuses. Se le considera el combustible del futuro debido a su potencial para reducir la contaminación ambiental, así como para ahorrar energía y recursos naturales.

Si bien, en México el uso de este combustible no ha alcanzado su máximo potencial, con el desarrollo de nuevas tecnologías en la industria automotriz y la inversión en infraestructura, el camino sustentable está cada vez más cerca.

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