Si alguna vez has considerado cambiar tu auto a un combustible más accesible como el gas natural vehicular, pero tienes dudas sobre si realmente es la opción ideal, no te preocupes, te explicaremos a continuación los mitos y verdades de poseer GNV.

Mitos y verdades

Si me cambio a GNV, ¿tendré que usarlo siempre?

No, el sistema de GNV te permite alternar los combustibles, es decir, puedes circular con gasolina o GNV en cualquier momento.

En caso de un accidente, ¿los cilindros explotan?

No, los cilindros de GNV están diseñados especialmente para evitar ser destruidos en colisiones, por lo tanto, suelen ser muy seguros.

¿Cuánto puedo ahorrar si me cambio a GNV?

El ahorro puede llegar a ser hasta 40% más económico en comparación con la gasolina.

¿El GNV acorta la vida de los motores?

Todo lo contrario, al hacer el cambio a gas natural vehicular, las propiedades lubricantes del motor se mantienen en mejores condiciones por mucho más tiempo, por lo que, los pistones, camisas y anillos, también durarán más.

Usar GNV es peligroso

No, de hecho, el GNV tiene un menor rango de inflamabilidad que la gasolina, por ende, si hay una fuga, este no se concentra, sino que se disipa rápidamente en el ambiente debido a que es gas más liviano que el aire.

Su mantenimiento es elevado

El mantenimiento no va ligado al tipo de combustible que tengas, sino de como cuides de tu auto y el trato que le hayas dado, es decir, los kilómetros recorridos, el estado de las vías, entre otros.

Como podrás ver, hay muchos mitos sobre el GNV que probablemente te harán dudar al momento de hacer el cambio, sin embargo, si conviertes tu auto a esta alternativa te traerá grandes beneficios.

Recuerda que puedes obtener parte de esos beneficios, visitándonos en nuestras estaciones y ahorrando en cada recarga.