El empleo de gas ha existido durante siglos, pero el primer acercamiento de este recurso para adaptación automotriz llegó después de perder protagonismo como materia prima a la iluminación, en consecuencia de la invención de la bombilla, es entonces cuando se empieza a buscar alternativas para el uso de esta materia prima.
El primer acercamiento al uso de gas en vehículos comenzó aproximadamente en la primera guerra mundial a consecuencia de la escasez de gasolina, fenómeno que se intensificó para la segunda y aunque este recurso era considerablemente más barato, contaba con ciertos inconvenientes ya que al no poseer la tecnología para comprimir el gas, este requería de un almacenamiento de tamaño considerable, el cual ocupaba gran parte de el portaequipaje del vehículo.
Este globo enorme se debía llenar previo al trayecto para progresivamente irse desinflando, sin embargo este se veía comprometido la mayoría del tiempo por túneles, obstáculos e incluso la velocidad a la que el vehículo se movía.
Actualmente los avances científicos y tecnológicos nos han permitido generar una compresión del gas natural, el cual es capaz de ser almacenado en contenedores de reducido tamaño situados en espacios estratégicos del automóvil.
Hoy en día, el mundo se encuentra buscando alternativas al uso de combustible tradicional. El gas natural vehicular figura como una alternativa sostenible rentable y eficiente, mientras que se comprueba la funcionalidad de los automóviles eléctricos a largo plazo.
En años recientes el empleo de este combustible para uso automotriz ha incrementado en distintos países de América del Sur, principalmente en vehículos de transporte, gracias a sus grandes beneficios ambientales y económicos en comparación con el diésel y la gasolina.
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El gas GNV es una solución a la contaminación en grandes ciudades además de ser más económico; También figura como una alternativa para la diversificación de combustibles ya que esta, contribuye a evitar un paro de actividades económicas en caso de sufrir un desabasto de gasolina y diésel, como lo sucedido en el año 2019 tras una maniobra del estado mexicano para combatir el huachicoleo (robo de combustible).
Actualmente en México circulan 15 mil vehículos que hacen uso de GNV de los cuales un 20% son parte del servicio de transporte. Hace más de 10 años comenzó el uso de este tipo de combustible, lo que ha provocado un gran ahorro económico acompañado de beneficios ecológicos.
México tiene la dicha de contar con los precios más bajos de gas natural, una situación que debe ser aprovechada para beneficiar la economía del país. Wigas recomienda seguir la tendencia del uso de este combustible para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus usuarios.